La nube de polvo que levanta a su paso el vehículo hace que pierda de vista por completo el camino y cualquier punto de referencia.
Portugal
Los bombeiros.
Paso por delante del hangar de los bomberos. Sin pensarlo mucho, entro a preguntar por un lugar donde poder montar la tienda sin problemas para pernoctar y… ¡Sorpresa! Los bomberos me ofrecen una pequeña estancia donde cobijarme.
El desencuentro.
¡Que te marches! —vuelve a decir el hombre de malas maneras— ¡No queremos extraños aquí!
Super Bock.
La playa es enorme. De una arena dorada y gruesa. En la parte más alejada del agua, el viento a formado unas pequeñas dunas donde crecen algunos matorrales. Cada cincuenta metros, a mi izquierda y a mi derecha, asoman otras pasarelas de madera blancas como en la que yo estoy.