En Octubre de 2017 inicio un viaje en bicicleta que durante un año y atravesando doce países, me llevará desde mi Gipuzkoa natal hasta la Atenas de la Acrópolis y los filósofos griegos.
Aunque originalmente este viaje está pensado hacia otro destino, a veces el camino cambia su curso y la vida te lleva por donde quiere. Pero ¿Que mejor que dejarse llevar, no?
El Proyecto Mediterráneo comienza en Euskadi, al norte de la Península Ibérica; y aunque en el inicio toma una dirección totalmente distinta a la que en principio y, por lógica habría de dirigirse; poco a poco (o no) va enderezando su rumbo hacia la cuenca mediterránea atravesando mesetas, cruzando ríos, escalando montañas y visitando ciudades.
Lo más sorprendente de todo este periplo; es que a pesar de los hermosos paisajes, las deliciosas comidas o las diferentes puestas de sol, nada es comparable a la cantidad de gente maravillosa que, de una forma u otra, se ha cruzado en el camino; abriendo las puertas de sus casas de par en par y demostrando que lo realmente enriquecedor de viajar, es conocer otros seres humanos y aprender sus distintas formas de ver y vivir el mundo.
Para todas estas personas mi más sincera gratitud.
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Bizinauta 